Fotografía y texto de Gabrielbenito Nieto

Carlos Monsivaìs estuvo cercano al Frente de Liberación Homosexual, mandando artículos para ser discutidos por el círculo de Nancy Cárdenas, sin embargo fue siempre renuente a hablar sobre su sexualidad en primera personas, si bien era sabido por todos de su homosexualidad.

Monsivaís fue impulsor y guía de varios activistas e intelectuales gays, casi siempre desde la sombra ya fuere en la Semana Cultural Lésbica Gay en tiempos de José María Covarrubias o el Suplemento Letra S. No todo en Carlos fue positivo, también desde su trinchera ejerció la censura a quienes no eran de su agrado o no eran parte de su equipo.

Carlos Monsivaìs fue prolífico y omnipresente, sus textos se podían encontrar desde antologías, hasta en prólogos, y se llegó a circular el chiste de que pronto prologaría la Sección Amarilla. Su omnipresencia en medios lo hizo totalmente reconocible de tal manera que en cualquier punto era identificado por la población.

Entre su círculo mas cercano se encontraba Jenaro Villamil, José Ramón Enrìquez, Alejandro Brito, Martha Lamas entre otros. Era reconocida su afición a ligar en los baños Rocío de Tlalpan y visitar siempre acompañado algún lugar de ambiente como lo fueran El 14 o el Marrakesh.

Su salud se había eclipsado debido a una fibrosis pulmonar que lo llevo al Instituto Nacional de Nutrición, del cual ya no salió con vida, sus restos fueron velados primero en el Museo de la Ciudad de México para después tener un homenaje luctuoso en el Palacio de Bellas Artes. Su libro póstumo «Que se abra esa puerta» es una recopilación de ensayos y crónicas sobre diversidad sexual, un referente sobre la historia de las homosexualidades en México, desgraciadamente el cronista no ofrece las fuentes, por lo que dependemos de aquello que quiso plasmar como referencias.

Debido a su precoz inscripción al mundo de las letras, durante ocho años en que fue su asistente, Capistrán gozó de una productiva amistad con uno de los más prominentes miembros de esta agrupación, Salvador Novo, quien proclamó al joven Miguel su apto heredero como cronista de la ciudad de México y a quien le confió detalles íntimos de su vida personal y la de sus amigos escritores, artistas, actores, e intelectuales. Al alimón con el “Maestro Novo”, como Miguel lo recordaba con afecto, publicaron el libro “La vida en la ciudad de México en 1824” (1974).

Durante su larga carrera de investigador y escritor, Capistrán publicó varios libros monográficos, entre ellos se destacan: Crítica cinematográfica de Xavier Villaurrutia (1970); Los contemporáneos por sí mismos (1994) y Borges en México (1999, 2012).. De Villaurrutia reunió sus “Obras: poesía, teatro, prosas varias, críticas” (con Alí Chumacero y Luis Mario Schneider, 1966); editó varias ediciones de las “Obras” de Jorge Cuesta (con Luis Mario Schneider, 1994); la “Poesía y prosa de José Gorostiza” (con Martha Gorostiza y Jaime Labastida, 2007) y en los últimos años, “El edén subvertido: poemas de la revolución mexicana” (con Pável Granados, 2010) y “México se escribe con J. Una historia de la cultura gay” (con Michael K. Schuessler, 2010).

Entre sus varios premios, fue nombrado “Ciudadano Distinguido” por el H. Ayuntamiento Constitucional de Córdoba en 1997; Veracruzano distinguido por su trayectoria en investigación por el Centro Cultural y Social Veracruzano de la Ciudad de México en 2000; Premio «Jorge Cuesta» por el H. Ayuntamiento Constitucional de Córdoba, la Universidad Veracruzana y el Instituto Veracruzano de la Cultura en 2003.

En el momento de su lamentable deceso, Capistrán terminaba su discurso para ingresar como Miembro de Número de la Academia Mexicana de la Lengua. Afortunadamente, el texto será transcrito y publicado en las memorias de dicha institución a finales de este año.

Con su muerte, hemos perdido un eslabón fundamental que unía el mundo mexicano de las letras del siglo pasado a este. No obstante, su dedicación, conocimiento y talento serán resguardados para siempre por medio de sus libros, artículos, notas y otras publicaciones, que aún deben ser recopilados y editados: el mejor tributo a un hombre que rescató de archivos polvosos la obra inédita de tantos escritores mexicanos de renombre.

Como diplomático, iniciò su carrera en 1929 y fue designado sucesivamente en Madrid, París, La Haya, Buenos Aires y Bruselas, donde lo sorprendío en 1940, la invasión nazi a Bélgica. Fue secretario de Relaciones Exteriores durante el sexenio del presidente Miguel Alemán Valdés, de 946 a 1948.

Bodet, implementò la política de relaciones exteriores durante los inicios de la Guerra Fría, de hecho fue designado Director General de la Unesco, cargo que ocupó hasta de noviembre de 1948 a 1952.

Torres Bodet ingresó en la Academia Mexicana de la Lengua como nombrado miembro de número en 1952 y tomó posesión de la silla XXI el 12 de junio de 1953. Fue miembro de El Colegio Nacional. En 1966 recibió el Premio Nacional de Literatura y Lingüística de México. En 1971 recibió la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República y muchos otros honores de instituciones nacionales y extranjeras.

Salvador Novo decìa que Jaime Torres Bodet nunca habìa tenido una vida, sino una autobiografìa. Jaime era una persona terribllemente celosa de su intimidad o de su clòset, por ello no era dificil que sus ligues se dieran en lugares como los cines e incluso, sufriera por parte de Novo de la mordida de la cannis balconeadoris.

Según Elías Nandino, en alguna ocasiòn Jaime, le presentò a Novo, a un acompañante bajo el tìtulo de «mi sobrino», a lo que el cronista respondiò, que el joven en cuestiòn habìa sido hace tiempo tambiièn «su sobrino».

Lorenzo, se graduó como ingeniero mecánico administrador en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en 1966, y obtuvo la Maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Stanford en 1968. Al concluir sus estudios ingresó a CEMEX, y durante 17 años desempeñó diversos cargos operativos y ejecutivos, incluyendo la gerencia de la planta de Torreón y la dirección de operaciones. En 1985 fue nombrado Director General, durante su mando, Cemex se transformó en una de las tres cementeras más importantes del mundo. Desde abril de 1995 también fungió como Presidente del Consejo de Administración hasta su muerte.

Fue miembro del Consejo de Administración de IBM, y también sirvió en el Consejo Consultivo Internacional de Citigroup International, el Consejo Asesor de Allianz y los Consejos de Administración de Daimler-Chrysler, Alfa, Grupo Financiero Banamex, Fomento Económico Mexicano, Empresas ICA, Televisa y Vitro. De 1997 a 2012, ocupó el cargo de Presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey. Además, también fue miembro del Consejo del Museo de Arte Contemporáneo, MARCO, de Monterrey.

Don Lorenzo era coleccionista de autos antiguos de lujo, de libros para su Biblioteca Cervantina y de obras de arte, miembro del consejo del MARCO de Monterrey.

De carácter reservado, conservó su vida privada en el más estricto silencio, murió soltero y sin hijos.

Tenía 34 años con 8 meses, la última vez que se le vio: vestía pantalón de mezclilla azul claro, playera negra tipo polo, suéter gris; tenis azul marino marca «Converse». Se realizó en el CAPEA el expediente No. AYO/1741/2014. Tus amigos Jose Manuel Rodríguez Reyes y Jakcie Simón estuvieron al tanto de tu búsqueda.

Información proporcionada por Ghabriell Zona Ote

Obtuvo varias becas por parte de diferentes instituciones, así como reconocimientos a su trabajo, como el Premio a la Mejor Coreografía 2004 del Concurso Nacional de Coreografía Instituto Nacional de Bellas Artes-Universidad Autónoma Metropolitana.

Compaginó su trabajo dancístico con el de crítico de ese arte y el activismo social.

“Su pasión fue siempre el arte contemporáneo y estuvo con diferentes compañías independientes de danza. Hizo danza clásica, tuvo algunas presentaciones en Bellas Artes, y siempre apoyó a las minorías, siempre llevó muy en alto la bandera México Gay y apoyaba mucho a las mujeres, veía mucho por este tipo de causas”, relató su sobrina, Ana Stephens. Manuel era parte de la planta docente del Colegio de Letras Modernas de la UNAM.

Manuel “fue el más chico de cuatro hermanos, estaba por terminar de estudiar un doctorado también en la UNAM. Era un apasionado, siempre era el alma de las fiestas de la familia y profesionalmente trabajó mucho tiempo para La Jornada, donde escribía sobre danza, y también ofrecía talleres de esa disciplina en el interior de la República”. Manuel Stephens, falleció a causa de una neumonía.

Sus restos, añadió, “se van a cremar y él pidió que los trasladaran a la UNAM, específicamente no hemos visto dónde lo podrían recibir, pero sus cenizas van a estar ahí”

Texto tomado de La Jornadahttp://www.jornada.unam.mx/2012/02/03/sociedad/042n2soc

Fotografía tomada de http://udual.wordpress.com/…/fallece-el-bailarin-y-coreogr…/

Octavio hacia manualidades que iba a vender a un tianguis allá por el quinto patio de la ciudad, pero nunca fue afortunado en los negocios, en los últimos años su vida no fue fácil pues le aquejaban diversos males

Tenía diabetes, en últimas fechas se le hicieron frecuentemente diálisis, por lo afectado que estaban sus riñones, se volvió un paciente difícil,

Murió debido a la perforación del intestino, aunado a una anemia debido a las constantes dietas que se imponía.

Información dada por Javi Cool