Era veracruzano, lo conocí en la línea 8 del metro nos ligamos con la mirada, nos sonreímos y bajamos en Bellas Artes, platicamos y me pidiò que lo acompañara a recoger sus cosas, pues se habìa separado de su pareja. Llegamos a Tacuba y lo esperè afuera de unos edificios, lo ayude con una caja de cartón y lo encamine hacia cuatro caminos. Nos quedamos de ver para en la noche, en la estación Insurgentes.

Al poco tiempo se fue a vivir a Tlahuac a un cuartito de vecindad, llegamos a pasar juntos un grito y una navidad en casa, con mi hermano y mi padre, al poco tiempo su hermana vino a vivir con él y disminuyeron nuestros encuentros.
El deseo se fue apagando y la amistad se conservò. Maximino era muy trabajador y lo mismo le hacia a la albañilería que a a la mesereada e incluso llegó a trabajar en una fábrica. Despùes de un tiempo y como era su deseo se fue de mojado a los Estados Unidos, ahí estuvo trabajando y alguna vez se conecto conmigo via internet, le perdì la pista, hasta que en alguna reuniòn de La Madriguera, Andrès alias Chestolín me comentò que habia fallecido.
Maximino muriò al poco tiempo de regresar a México, un compañero de viaje lo asesino para quedarse con el dinero que habìa ahorrado, no recuerdo su fecha de nacimiento, tampoco supe más datos, pero no quisiera que su recuerdo se borrara.