Fue hasta mediados de sus veintes a finales de los años 90s que descubrió su vocación como enfermero, siendo estudiante el bachillerato técnico en esta profesión para trabajar al finalizarlo en varias clínicas y hospitales privados del Distrito Federal y la conurbación del mismo. Su pasión era el baile, salir con amigos a los antros gays, cantinas y demás lugares de encuentro. Le gustaba coleccionar lámparas de escritorio.

Tuvo durante esta etapa de juventud problemas con la bebida de la que se fue alejando poco a poco. Hacia el año 2009 quiso superarse y entro a la Escuela de Enfermería de la Secretaria de Salud del D.F. para tener el nivel de licenciatura como enfermero. Le costó un gran esfuerzo retomar los estudios debido a que había dejado la escuela por años pero con la intención de terminar este proyecto de vida y mejorar sus condiciones de económicas y la de sus padres, su sueño era comprarles una casa y que dejaran el minúsculo departamento donde residían.

Hacia mediados del 2011 comenzó a mostrar signos de decaimiento físico como pérdida de peso y cansancio extremo, sin embargo el temor a saberse posiblemente como portador de VIH, incluso el siendo consciente como profesional de la salud de lo que implica llegar a etapa avanzada de SIDA, hizo que desistiera de atenderse adecuadamente por temor a perder los estudios y el trabajo que lo sostenía.

A principios de la primavera del 2012 su salud decayó y tuvo que abandonar la escuela y el trabajo, sus padres se hicieron cargo de su cuidado. No obstante comenzar el tratamiento para un síndrome ya avanzado en este tiempo y entrar en cierta estabilidad física por momentos, no aminoro el cuidado médico las enfermedades oportunistas que lo ataban. Falleció de una neumonía fulminante que le produjo dos paros cardiorespiratorios. Fue cremado y sus cenizas depositadas en un nicho ubicado en el Estado de México.

Fotografía e información de amigos allegados que pidieron anonimato.