(Ahualulco de Mercado, Jalisco, el 18 de mayo de 1920-México DF a 21 de diciembre del 2013)

Llegó a la ciudad de México siendo muy joven y alquiló una vecindad sobre lo que hoy es Eje Central, en donde se encontraban diversos teatros de carpa, como el Tívoli. Frente a su domicilio había una sastrería y fue a pedir trabajo como aprendiz, entonces se dio cuenta de que podía hacer sus propios diseños.

«Pensaba que la gente se vestía mal, así que se le ocurrió que las mujeres podrían usar vestidos más vistosos y pensó en la pedrería. Ahí surgió la idea de trabajar para el cuerpo de la mujer. Empezó diseñando vestidos para la familia en sus ratos libres, después de salir de la sastrería; teníamos una prima muy guapa, muy bien formada y alta a la que le empezó a hacer vestidos. Uno de ellos muy entallado, con un saco y volante a la cintura, y un día caminando por San Juan de Letrán le tomaron una foto que después se hizo muy famosa porque ella era muy bonita y el vestido, divino. Así empezó todo, la misma familia recomendaba su trabajo. Después él fue a pedir trabajo a un teatro y empezó a vestir a las tiples, que son el grupo de bailarinas que van atrás del artista protagónico. Entonces empezó a llamar la atención entre las artistas y comenzó a tener más trabajo»

«Siempre busqué resaltar la belleza y las curvas de todas mis clientas incluyendo muchos elementos de fantasía por ello me gusta mucho los bordados, las chaquiras y las lentejuelas», afirmaba en 2003 a Moda. Chavez brilló en teatros de revista como el Margo, Tívoli, Lírico, Follis e Insurgentes, gracia a sus creaciones espectaculares.

Conocido como «El modisto de las Estrellas», fue autodidacta. se inició en la moda en 1948 cuando empezó a trabajar en diversas revistas musicales cuando el mambo y el cha cha chá causaban sensación en la Capital.Entre sus clientas se encontraban las interpretes de Agustín Lara como las hermanas Navarro y las Águila. Chávez también vistió, con trajes sastres y vestidos de día, a artistas del cine como Rocío Jurado, Irán Eory, Lola Flores, Carmen Sevilla, Imperio Argentina, Elvira Quinta y Sonia Furió para muchas películas en los años 60 así para sus presentaciones personales en sitios como El Patio.

Fue impulsor de la minifalda en los años 50, diseño muchos de los apretados trajes que hicieran famosa a María Victoria, quien seducía al público enfundada en sensuales trajes pegados al cuerpo con gran cola tipo sirena en la parte inferior y con sus susurros lánguidos que la hicieron famosa. Como todo diseñador de modas exitoso, participó en el diseño de los vestuarios de películas como: «Mi esposa desconocida», de Alberto Gout, «Una gringuita en México», de Julián Soler, «Los hijos de María Morales», de Fernando de Fuentes y «Un lugar sin límites», de Arturo Ripstein entre otras.

«Fue un hombre que se hizo con mucho esfuerzo. Admiro su trabajo y dedicación y aunque hay gente que no le gustaba su trabajo, creó que logró vestir a todas las divas de la época», comenta el diseñador Alberto Rodríguez.

Chávez, también diseñó, con muchas chaquiras y lentejuelas vestidos para Silvia Pinal, Lilia Prado, Katy Jurado, Lorena y Tere Velázquez, Kitty de Hoyos, Jaqueline Andere, Verónica Castro, Susana Alexander, Lucía Méndez y Rosa de Castilla. En sus manos se encomendaron también famosos travestis como Shalimar, Francis, Estuardo (Tatiana Volty) o Ruva D’Val.

Amante de lo mexicano, realizó trajes con elementos nacionales a artistas vernáculas como María de Lourdes, Lola Beltrán, La Tariácuri y Lucha Villa.»Lola siempre habló bien de Julio Chávez porque él la conoció cuando era secretaria en la XEW y el día que la escuchó cantar la animó a dedicarse a la música. Ella no lo creía, decía con su lenguaje pícaro no estaba para cantar, pero mi padre (como le llama a Chávez de cariño) la animó tanto que después Lola Beltrán decía que ella era hechura de Julio Chávez. Ese fue un gran halago para él que nunca olvidó», cuenta Rosalía Architrave.

Entre las «exóticas» que también lucieron diseños de Chávez, caracterizados por atrevidos diseños que se pegaban al cuerpo y que lucían colas con plumas y holanes, se encuentran Tongolele, Ninón Sevilla, Amalia Aguilar, María Antonieta Pons, Meche Barba y Rosa Carmina.

Confecciono a principios de los 50´ para Christian Martell y a finales de los 70´ para Maritza Sayeledo, los trajes de noche para eventos de Miss Universo, Igualmente entre los años 70´y 80´y durante seis años consecutivos vistió el evento Señorita México.

«Julio era un hombre trabajador y sin pretensiones. Trabajó toda su vida y este hecho, lo llevó a realizar exhibiciones de su ropa en San Antonio y el Paso Texas, así como en París, Francia», afirma el diseñador Don Manuel Méndez.

Entre los premios mas codiciados por los creadores de la moda, julio Chávez recibió La Rosa de Oro, Las Tijeras de Orol, El dedal de Oro, y el Omni por 50 años de trayectoria en la Alta Costura, así como incontables reconocimientos y menciones honoríficas de múltiples especialistas en la materia. Don Julio Chávez, dejó el mundo de la moda en el 2012.

En la última casa que habitó en la ciudad de México, en la colonia Condesa, su sobrina Rosalía Architrave resguarda un gran acervo textil del diseñador, así como decenas de fotografías que dan cuenta de la época que le tocó vivir y vestir, libretas, algunos bocetos y dibujos. Destacan los más de 100 vestidos, algunos datan de los años 60, así como los que diseñó en los últimos años de su vida. Si bien están bajo resguardo, el anhelo de Architrave es que sean valorados y formen parte del acervo indumentario de algún museo o academia especializada.

Don Julio Chávez era abiertamente homosexual. Falleció a consecuencia de un paro respiratorio.

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