(Ciudad de México 1954-íd 30 de agosto 2005)
Desde muy joven incursionó en el mundo de la fotografía al darse a conocer como «Adolfotógrafo» y formar parte del grupo de «Fotógrafos independientes», que por el año de 1976 llamó la atención por sus exhibiciones callejeras donde las obras colgaban sobre cables tendidos en la banqueta.
Desde entonces, Patiño se inclinó por los temas urbanos incluyendo en su repertorio imágenes populares donde logra captar el ruido visual de la ciudad, convirtiéndolas en un verdadero retrato del paisaje urbano, en ellas, el artista rechaza el purismo y las ambiciones estéticas del profesional de la cámara, al retratar objetos de un recargado conceptualismo.
Es así como Adolfo Patiño se convirtió en parte importante de una cadena de artistas extrovertidos, que han dado el tono de nuestra historia cultural. Artista, promotor, teórico y humorista, cínico místico, e idólatra cientifista, así es como algunos definen a este creador que desde muy joven se colocó a codazos bajo la luz de los reflectores.
Adolfo Patiño creyó toda su vida haber heredado el espíritu creativo, así como el genio poético, apasionado y subversivo de Frida Kahlo, Armando Reverón y Henri Matisse, artistas que murieron el mismo año en el que nació.
En sus inicios como fotógrafo, Patiño intentó imitar desde un Manuel Álvarez Bravo hasta un Dune Michaels. Lo mismo experimento en la cámara, el cuarto oscuro, la pintura óleo sobre tela , la escultura, el vídeo y las instalaciones.
Como artista plástico se inició en 1983, y desde entonces la madera fue la constante que distinguió su obra, en la que además se incluyó materiales orgánicos con los que realizó objetos mínimamente trabajados por él, a los que llamó Marcos de Referencia.
Se trata de cajas, generalmente triangulares o cuadradas, hechas a partir de reglas de madera de tipo escolar, y cerradas con vidrio. En ellos el artista coloca esquemas, fotografías, hoja de oro, hilos, residuos orgánicos, y casi cualquier cosa.
Entre otras de sus creaciones encontramos los llamados «dibujos orgánicos», hechos a base de la pulpa de flores y frutas. Su obra fue creada de manera fácil para que puediera ser entendida por cualquier neófito o cualquier letrado.»
Fue fundador del grupo de arte experimental Peyote y la Compañía (1978-984) y del Grupo de Fotógrafos Independientes (1976-1984), con el cual presentó las Exposiciones Ambulantes: Fotografía en la calle.
Más tarde fundó la galería neo-vanguardista La Agencia en donde inició la teorización, documentación y promoción de las obras de los artistas de las generaciones de los 50, 60 y 70’s, logrando así que en este sitio, confluyan toda la gama de artes visuales.
Otro de los grandes logros de este artista que formó parte de la llamada «Década Emergente», es que en sus creaciones, retomó símbolos y representaciones de patria y religión, así como de mitos y ritos prehispánicos, combinándolo con eso que en el mundo de occidente se conoce como arte contemporáneo.
Adolfo Patiño, realizó poco más de 25 exposiciones individuales en México y en Estados Unidos, además participó en alrededor de 384 colectivas, muchas de ellas de carácter internacional. Su obra forma parte de grandes colecciones como las del Metropolitan Museum of Art, Nueva York; Museo de Monterrey, México, y la Brent Gallery de Houston, Texas, entre otras.
El artista visual Adolfo Patiño falleció en la madrugada al caerse de la azotea del edificio donde vivía, en la avenida Chapultepec. Tenía 50 años.
Al parecer a Patiño se le olvidaron las llaves de su departamento. Cuando eso pasaba »tenía la costumbre de subir a la azotea del inmueble de cuatro pisos, de donde se descolgaba hacia la ventana de su casa y con una patada, o algo así, la abría y entraba», comentó su hermano Armando Cristeto Patiño Torres.
»Ya lo había hecho muchas veces -continúa el fotógrafo-. Nos lo comentaba como una hazaña, que podía como Spiderman subir a la azotea cuando se le olvidaban las llaves, empujar la ventana y ya estaba en el departamento. Era una de esas mañas urbanas que uno de repente desarrolla. Era ágil, pero ahora por desgracia le falló la habilidad.»
El cuerpo de Adolfo Patiño fue encontrado en el patio de una bodega ubicada al lado del edificio por un empleado al llegar a trabajar. Entre sus pertenencias estaba su agenda con varios nombres. Inclusive, Armando Cristeto fue avisado por Gustavo Prado, quien laboraba en el Centro de la Imagen, recinto que prepara una gran exposición de Adolfo Patiño.
El artista fue velado en una conocida agencia funeraria y sepultado en una cripta familiar en el panteón Jardines del Recuerdo.
texto semi plagiado de Lourdes Romero.
Se agradece a Ghabriell Camarena la recomendación
Esperamos que Armando Cristeto Patiño nos aporte anécdotas para conocer al Adolfo de carne y hueso.
http://www.arts-history.mx/pieza_mes/index.php…
http://visionyrepresentacion.blogspot.mx/2010_09_01_archive…