(Ciudad de México 1960 íd 1 de julio del 2004)

Actor y Director de doblaje mexicano. Fue principalmente conocido por ser la voz de Mewtwo en Pokémon: La película, el Supremo Kaio-Sama de hace 15 generaciones en Dragon Ball Z, el padre de Sakura, Fujitaka Kinomoto en Sakura Card Captorsy el narrador en Digimon Adventure y Digimon Adventure 02 . También interpretó al personaje de Bumerangután en el programa infantil «Kolitas» de Canal 13 IMEVISION, uno de sus primeros trabajos. Tuvo la oportunidad de cantar en la película Shrek, en la que interpreta a Robin Hood.

La mayor parte de sus trabajos fueron para el estudio de doblaje Procineas S.C.L., estudio en el que incluso dirigió la primera versión de El Cuervo, además de doblar al protagonista, Brandon Lee. Uno de sus últimos trabajos fue Leonardo en la versión de 2003 de las Tortugas Ninja (al cual ya había interpretado en los episodios 27 al 33 de la primera serie, doblados en Procineas S.C.L.), personaje que debió ceder a Luis Daniel Ramírez luego de 26 capítulos debido a su frágil estado de salud.

Luis Enrique Mederos Flores, conocido por sus amigos como Quique Mederos, fue un hombre homosexual cuya vida, de alguna manera, representa la vida de muchos de nosotros que pasamos nuestras juventudes en los años 80’s del siglo XX, acá en la Ciudad de México. En una época en la que apenas se comenzaba a luchar abiertamente por los derechos de la comunidad LGBTTTI, cuando las publicaciones o los programas de radio y tv, de índole homosexual eran unos cuantos, así como los lugares explícitamente de encuentro, la vida de los homosexuales estaba aún a expensas de la clandestinidad en muchos sentidos. La de Quique no fue la excepción.

Hombre de carácter aparentemente introvertido, llegaba a ser un gran conversador, atento a la plática de los demás y siempre con buen tino para opinar. Culto, amante del jazz y del bossa nova, estudió en su primera juventud en el Seminario Conciliar de México, por seguir la voluntad de su difunta madre que deseaba tener un hijo sacerdote. No obstante, luego de algunos años de seminarista, se percató de que su vocación era la actuación, dejando la formación religiosa para ir a estudiar Literatura y Arte Dramático en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Crítico discreto de la vida doble de muchos sacerdotes, pero creyente de la existencia de Dios y de la doctrina católica, vivió fuertes crisis interiores durante su proceso de aceptación y reconocimiento como homosexual, y más aún cuando comenzó a vivir a plenitud su propia sexualidad.

Buena parte de su vida personal la dedicó a buscar el amor de pareja, pero sólo él supo si lo encontró. Buen amigo, buen hijo, buen hermano. De Enrique fue posible aprender a ser comprometido y profesional, solidario, pero sobre todo aprendimos, quienes fuimos cercanos a él, que siempre se está a tiempo para tomar la propia vida entre las manos y obrar con decisión y autenticidad, para ser como realmente queremos y deseamos ser.
Enrique, Quique, gracias por haber sido tal y como fuiste conmigo. Descansa en paz, amigo.

Nota de el administrador: Si bien la versión oficial de su muerte dice que fue por problemas hepáticos, se sabe de buena fuente que murió a consecuencia del VIH y que su familia ocultó el dato a propios y extraños, por el estigma y prejuicios que esta enfermedad sigue generando.

Agradezco al Mensajero Cabrón