(Valladolid s. XVIII- s XIX)
Hija de un español que detestaba a los insurgentes, La Fernandita o Hélene La Mar como se le conoció terminó involucrándose en el movimiento independista, como tantas otras damas que llegaron incluso a tomar las armas como cualquiera de sus compañeros varones.
Solía viajar disfrazada de hombre y en un carruaje que viene cerrado y se lo ve cuando entra Hidalgo a la ciudad. Piensan incluso que es Fernando VII, por lo que es bautizada como La Fernandita.
El jefe insurgente entró con ella en Guadalajara y allí quedo después de la batalla del Puente de Calderón el 17 de enero de 1811, que representó para los insurgentes que iniciaron el movimiento, el principio del fin. Cuando Calleja reconquistó la ciudad mencionada el 21 de enero tomó, entre otras medidas, dar sentencia a quien el público ignorante atribuía ser Fernando VII quien, huido de su cautividad de Bayona, se había acogido a la protección de Hidalgo.
María Luisa iba vestida de hombre con el uniforme y divisas de capitán, hecho que contribuía aún más a despertar la curiosidad pública. El jefe realista Cruz, una vez que obtuvo el gobierno de la provincia, decreto su libertad. Este fue uno de los casos de travestismo durante la independencia.
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