Paloma Martínez Rangel

(4 de enero de 1969-2005)

Su nombre terrenal fue Martìn, sin embargo todos la conocimos como La Paloma, una mujer entrona y luchona que fue abriendose camino desde su familia, con muchos tropiezo. En un comienzo se hacía llamar Xochitl, nombre que a ella le gustaba mientras ejecutaba diversas tareas al interior de la Fundación (Funda para los cuates), lo que ganaba lo gastaba en su hormonización y en maquillaje, siempre atendiendo a los consejos médicos para evitarse experiencias no gratas.

Fue Xavier quien le propuso llamarse así misma como Paloma ya que ella efectuaba tareas de mensajería y compras además de ser un nombre dulce y suave, cosa que a ella misma le gustó y desde entonces se le conoció como Paloma, la del pelo largo y sedoso.

Ella fue parte integral de la Fundaciòn Mexicana de Lucha contra el SIDA en el cambio finisecular, le veìamos compartir con Xavier Martínez en las tablas de las representaciones que la Fundación hacìa para algunos eventos como la Ofrenda de Muertos por VIH/SIDA o la Caminata Nocturna Silenciosa. Se le veìa en la Fundaciòn, apoyando en cualquier àrea. A veces, cuando uno asistìra al Cine Nacional, no faltaba que se acercarà a tì o a tu ligue con un condòn para mayor y mejor protecciòn.

Paloma tenia en la casa familiar, sus vestidos y pelucas, por supuesto la familia le queria mas tiempo afuera que dentro de casa. los meses antes de su muerte solo su hermana Guadalupe yel esposo de ella le ayudaban a llevarle al Hospital, a los medicamentos.

Historias sobre Paloma las recuerda Xavier…muchas de ellas de entrega y lucha.

Fotografìa cortesìa de David Alvarado.
Texto con apoyo de Xavier Martinez.

Jorge Carpizo Mc Gregor

(San Francisco de Campeche 2 de abril de 1944–Ciudad de México 30 de marzo de 2012)

Sus padres fueron Óscar Carpizo Berrón y Luz María McGregor Dondé. En su juventud fue ferviente católico y filatelista.
Sus estudios preparatorios los realizó en la Universidad La Salle de la ciudad de México (1961-1962) y la licenciatura en la Facultad de Derecho de la UNAM (1963-1968); la maestría en Derecho en The London School of Economics and Political Science (1969-1970); doctor en Derecho por la UNAM (1978). Jorge Carpizo y el profesor Hank González apoyaron la creación de la Tribuna de Campeche operada por Carlos Castillo Peraza y Felipe Calderón Hinojosa, para detener el avance del echeverrismo en Campeche. Usualmente estos personajes coincidían para comer o cenar en el restorán El Camarón Inquieto, junto a Jesús Reyes Heroles y Eugenio Echeverría Castellot.

Jorge Carpizo McGregor fue doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), investigador emérito de la UNAM adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas, investigador nacional nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores y presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional.
Se inició en la UNAM como subdirector general de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, posteriormente abogado general. También en la UNAM fue rector (durante la huelga de 1986-1988), coordinador de Humanidades, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas y presidente de la Comisión Editorial. Durante su gestión como rector presentó el documento denominado Fortaleza y debilidad de la UNAM y basado en él, propuso una serie de reformas encaminadas a lograr la excelencia universitaria. Bajo su cargo llegaron a su fin los sueldos vitalicios, renunciando al propio como rector de la UNAM, sin embargo el intento por subir las cuotas de la UNAM y quitar el pase directo de los bachilleratos, causó una huelga estudiantil que le valió la reelección en la máxima casa de estudios.
De 1986 a 1989, fue presidente del Consejo Ejecutivo de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL). Fue vicepresidente de la Asociación Iberoamericana del Ombudsman, secretario general ejecutivo del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional y presidente del Bhavan de La India en México.
Contribuyó en la redacción de treinta y un proyectos de reformas constitucionales y legislativas. Perteneció a numerosas asociaciones profesionales y académicas: entre otras, el Instituto de Derecho Político y Constitucional de la Universidad de La Plata y de la Academia Brasileira de Letras Jurídicas; fue miembro asociado de la Académie Internationale de Droit Comparé; miembro honorario del Instituto de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina; del Instituto de Estudios Constitucionales Carlos Restrepo Piedrahita de Colombia, y miembro de la Societé de Législation Comparée de Francia.
Al concluir su cargo como rector de la UNAM fue designado ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en 1990 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari lo nombró primer presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hasta 1993, cuando lo designa procurador general de la República. En 1994 y ante la crisis política causada por el llamado «error de diciembre» y el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas, Carlos Salinas lo nombró secretario de Gobernación, desde donde condujo el proceso electoral de 1994. El presidente Ernesto Zedillo lo nombró embajador de México en Francia cargo que ocupó del 17 de julio de 1995 al 7 de septiembre de 1995.
Además de su orientación sexual diferente, compartida por su discípulo Alfonso Navarrete Prida, Carpizo gustaba del trasvestismo, según testimonios recogidos en la obra de Rafael Loret. Soltero empedernido, y de finos modales, fue objeto de chistes uno muy famoso, en el que durante la campaña de Ernesto Zedillo, se acercó el candidato diciéndoles a los chicos banda: ¡A mí, díganme La Neta!, a lo que secundo el procurador exclamó ¡Y a mí, La Ginna, chicos! Entre sus amigos de fiesta, no faltó nunca la socialité del medio gay: La Camacho, o eminencias en ciencias como, Alonso Fernández Guasti. De carácter generoso, mucha gente de ambiente le recuerda como alguien que apoyaba iniciativas de ambiente, como la Semana Cultural Lésbica Gay.
La figura de Carpizo fue muy polémica durante su gestión como Procurador de Justicia, cuentan las malas lenguas que durante el caso Posadas, el Cardenal Sandoval Iñiguez, le amenazo con sacarlo del clóset, por lo que Jorge Carpizo le devolvió la amenaza con crece, pues tenía un listado de varios purpurados a los cuales también aplicarles el outing, ahí acabó el intento de Sandoval por golpear la figura de Carpizo.
Recibió 96 premios y distinciones, entre ellos se pueden mencionar: el Premio de Investigación en Ciencias Sociales de la Academia de la Investigación Científica de México (actual Academia Mexicana de Ciencias) en 1982, la Medalla Henri Capitant de Francia, el nombramiento de Maestro Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Querétaro, la Eisenhower Fellowship, los Doctorados Honoris Causa de las universidades Externado de Colombia, Autónoma de Campeche, de Tel-Aviv, Western California School of Law, de la Complutense de Madrid, de Colima, de Calgary, de Canadá, de Xalapa y Autónoma de Chiapas; los premios de derechos humanos «Continental» y «René Cassin», la Medalla y el Diploma al Mérito Universitario de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL), la Medalla al Mérito Constitucionalista otorgada por el Senado de la República y la Medalla Justo Sierra Méndez otorgada por el gobierno de Campeche; en enero de 2012 la Universidad Autónoma de Chiapas le otorgó un Doctorado Honoris Causa.
La Biblioteca del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM lleva su nombre. Publicó 21 libros, entre los que destacan: La Constitución de Querétaro, tesis de licenciatura; La Constitución Mexicana de 1917 (1969); Federalismo en Latinoamérica (1973); El presidencialismo mexicano (1978); Estudios constitucionales (1980); Las experiencias del proceso político constitucional en España y México (1980); Mario de la Cueva (1981); La UNAM hoy y su proyección al futuro: Una biografía de las ideas de Jorge Carpizo, rector. (1987); Derecho constitucional (1991); Derechos humanos y ombudsman (1993); Problemas actuales del derecho constitucional: Estudios en homenaje a Jorge Carpizo (1994); Derecho a la información y derechos humanos (2000); El expediente Posadas a través de la lupa jurídica: Averno de impunidades (2004); Derechos humanos, aborto y eutanasia (2010).
En los últimos años había recuperado la confianza perdida tras su servicio en el Salinato, su apoyo hacia el matrimonio gay, en sus palabras: “Las modificaciones legales aprobadas por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo y que estas parejas puedan adoptar son completamente constitucionales y están respaldadas por diversos artículos de nuestra ley fundamental”.
El exprocurador opinaba lo siguiente sobre la familia: “… es tan importante que tiene una protección constitucional y así debe ser porque es la base de la sociedad. Pero la Constitución sólo habla de familia, no hay ningún adjetivo más porque en la realidad mexicana hay muchas clases de familia y todas están protegidas por este artículo. Donde la Constitución no distingue el intérprete no puede agregar cosas.”
Sobre la imposición de la moral por parte del Estado, decía El artículo tercero nos dice que la democracia no es sólo una estructura jurídica y un régimen político, sino un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. Con base en esta idea democrática y nuestra educación debe contribuir a la mejor convivencia humana, a la dignidad de la persona y a la integridad de la familia, sustentado en los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de razas, religión, grupos, sexos o individuos, lo que se relaciona con el Estado laico. Nadie, menos el Estado me puede imponer una moral.
Su posición sobre el Estado Laico estaba bien definida, pues afirmaba que México siempre había sido un país de valores laicos, “y yo creo en esos valores laicos, como el patriotismo, el civismo, la honestidad, la verdad, el estado de derecho. Creo que estos valores están sufriendo grandes embates en el país y que el futuro va a estar en la recuperación de estos valores éticos laicos”, advertía.
“Yo no estoy de acuerdo con esas reformas –que permiten cultos religiosos en lugares públicos– y la razón es muy simple: si leemos la reforma que se aprobó la Cámara de Diputados y que está a consideración del Senado, si leemos el simple texto, es aceptable, pero lo que pasa es que ya empezaron las interpretaciones y esas interpretaciones van contra el Estado laico”
Falleció el 30 de marzo de 2012 en la Ciudad de México, por complicaciones médicas preoperatorias de una hernia. Fue velado en los velatorios del ISSSTE de San Fernando, sin lujo alguno.

Miguel Ángel Capistrán Lagunes

(Córdoba, Veracruz 8 de mayo de 1939 – México D.F. 25 de septiembre del 2012)

Miguel, fue uno de los últimos “memoriosos” de la cultura literaria del México posrevolucionario. Heredero directo de escritores e intelectuales de la talla de Salvador Novo, Jaime Torres Bodet y José Gorostiza, Capistrán será recordado como el quien rescató, ordenó y editó la obra lite

raria y plástica de los que formaban aquel “archipiélago de soledades” cuyo eje principal era la revista “Los Contemporáneos”.Debido a su precoz inscripción al mundo de las letras, durante ocho años en que fue su asistente, Capistrán gozó de una productiva amistad con uno de los más prominentes miembros de esta agrupación, Salvador Novo, quien proclamó al joven Miguel su apto heredero como cronista de la ciudad de México y a quien le confió detalles íntimos de su vida personal y la de sus amigos escritores, artistas, actores, e intelectuales. Al alimón con el “Maestro Novo”, como Miguel lo recordaba con afecto, publicaron el libro “La vida en la ciudad de México en 1824” (1974).

Durante su larga carrera de investigador y escritor, Capistrán publicó varios libros monográficos, entre ellos se destacan: Crítica cinematográfica de Xavier Villaurrutia (1970); Los contemporáneos por sí mismos (1994) y Borges en México (1999, 2012).. De Villaurrutia reunió sus “Obras: poesía, teatro, prosas varias, críticas” (con Alí Chumacero y Luis Mario Schneider, 1966); editó varias ediciones de las “Obras” de Jorge Cuesta (con Luis Mario Schneider, 1994); la “Poesía y prosa de José Gorostiza” (con Martha Gorostiza y Jaime Labastida, 2007) y en los últimos años, “El edén subvertido: poemas de la revolución mexicana” (con Pável Granados, 2010) y “México se escribe con J. Una historia de la cultura gay” (con Michael K. Schuessler, 2010).

Entre sus varios premios, fue nombrado “Ciudadano Distinguido” por el H. Ayuntamiento Constitucional de Córdoba en 1997; Veracruzano distinguido por su trayectoria en investigación por el Centro Cultural y Social Veracruzano de la Ciudad de México en 2000; Premio «Jorge Cuesta» por el H. Ayuntamiento Constitucional de Córdoba, la Universidad Veracruzana y el Instituto Veracruzano de la Cultura en 2003.

En el momento de su lamentable deceso, Capistrán terminaba su discurso para ingresar como Miembro de Número de la Academia Mexicana de la Lengua. Afortunadamente, el texto será transcrito y publicado en las memorias de dicha institución a finales de este año.

Con su muerte, hemos perdido un eslabón fundamental que unía el mundo mexicano de las letras del siglo pasado a este. No obstante, su dedicación, conocimiento y talento serán resguardados para siempre por medio de sus libros, artículos, notas y otras publicaciones, que aún deben ser recopilados y editados: el mejor tributo a un hombre que rescató de archivos polvosos la obra inédita de tantos escritores mexicanos de renombre.

Texto y fotografía de Michael K. Schuessler