(Guadalajara, Jalisco 13 de febrero de 1948-13 de febrero de 2009)
Juan José Ávila Aceves “Kraeppellin”, ingresó a la carrera de Ingeniería electromecánica, dejándola inconclusa, a temprana edad escapó de su casa y viajó al norte del país. Conoció el movimiento hippie y se sintió identificado con ellos. Vivió en Estados Unidos por algunos años y regresó a Guadalajara para dedicarse a la práctica del esoterismo, la yoga y la astrología. Fue modelo de De Lara Gallardo y Zamarripa en clases de pintura.
Gracias a su trayectoria artística y excentricidad se dio a conocer ampliamente en Guadalajara con el pseudónimo de “Kraeppellin”, tomado del apellido de Emil Kraeppellin – psiquiatra alemán de mediados del siglo XIX y principios del XX, fundador de la psiquiatría científica moderna, la psicofarmacología y la genética psiquiátrica-; también combinó este pseudónimo con otros nombres que marcaron etapas en su desarrollo artístico-intelectual: Juan Adrii “Kraeppellin”, “Kepillín”, “JF Kraeppellin”, y “Juan María Lang Kraeppellin”, entre otros. El último y más empleado fue el de Juan Kraeppellin.
Subversivo como pocos. Verlo en los antros era todo un espectáculo. Le encantaba provocar a la gente con su actitud desenfadada. Una vez llegó en tanga y ligueros al antro más fresa de Guadalajara. La gente espantada. Nadie sabía quién era ese loco con aspecto de indigente andrógino.
Hizo su debut artístico como escultor durante los setenta, trabajando principalmente el alabastro, aunque también realizó trabajos en cerámica, resinas, yeso e incluso plastilina, con temas figurativos. En esta etapa temprana de su trayectoria su trabajo tomó un sesgo convencional en cuanto a la técnica más no a la temática, con la cual rompería más adelante de manera provocadora y propositiva.
Este artista reflejó firmemente su pensamiento en su persona y su trabajo. Gracias a su propuesta irreverente y excéntrica, su obra manejó la figuración, la abstracción, así como temáticas en torno a la libertad de expresión, el sistema social, la libertad sexual y la espiritualidad a través de pasajes lúdicos, oníricos, fantásticos y eróticos, tanto en obras bidimensionales como escultóricas. También tuvo un amplio desenvolvimiento literario, completando su discurso plástico con títulos sumamente poéticos.
Fue un artista muy prolífico, llegando a tener producciones masivas y en serie. Se ha podido estimar el volumen total de su producción en alrededor de 2,500 piezas artísticas diseminadas en varias colecciones locales públicas y privadas.
Participó en numerosas exposiciones tanto colectivas como individuales, donde lo distinguía su carácter excéntrico y diversas actuaciones tipo performance. Fue un individuo que se diferenciaba en la calle y llegó a ser inconfundible en Guadalajara, no sólo dentro del medio artístico sino en lo cotidiano, pues se relacionaba con personas de todo tipo.
La última exposición que tuvo en vida fue un homenaje por sus 30 años de trayectoria, el 7 de septiembre de 2007 en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, donde se presentaron obras de varios coleccionistas, de las cuales al menos el 70% pertenecía a la Colección Aguilar Martínez Negrete (CAMN), actualmente integrada al acervo del CIAK.
“La presencia del artista era inconfundible en la Ciudad, consideraron colegas y amigos. Cabello teñido de colores, uñas y labios pintados, y actitud rebelde, eran parte de su forma de ser lo que lo convirtió en un personaje singular, hecho que logró reflejarse en su obra plástica”.
A Kraeppelin le gustaba deambular por las calles del centro de Guadalajara, con vistosas pelucas, mallas de licra, leotardos, y soltaba los piropos más absurdos a quien se le ponía enfrente
Sobre su sexualidad se dijo y escribió lo siguiente:
«Aunque esa negación no hace que se olviden las leyendas urbanas que cuentan que le gusta pasear una carreola que carga dentro una cabeza de cerdo maquillada.
«¿Fama? ¿Fama de qué?, si yo soy un santo, un santo taoísta, un santo de la madre, ¿De cuándo acá? porque yo tengo cuatro años que no me acuesto con una mujer, de que hago mis intentos y eso les causa pánico a las mujeres… es que yo soy de la cultura de los hippies del 68, allí todo era paz libre, amor libre y trabajo libre», se defiende.
Kraeppellin, que después de cuatro años de no exponer muestra una selección de su obra en la galería Haus der Kunst, acusa a su ascendente en Escorpión de su apetito sexual, que no se casa con una sola orientación.
«A mí no me gustan los hombres, me gustan los maaaa.. riii… cooo… nes, los hombres a lo más que pueden llegar es a ser buga, como Helmut», dice refiriéndose al director de la galería donde actualmente está montado su trabajo.
«Buga es como buganvilia, te digo que Helmut es como una especie de buga, y tu… apunta todo ¿Se está grabando?».»
Vivió en contacto con otros artistas, llegando a tener un sello distintivo en su obra, mismo que extendió a su entorno y a sus colegas a través de su persona, costumbres y atuendos, nombrándose a sí mismo como un creador “autodidacta”, “naïf” y evidenciando ser él mismo parte clave de su creación artística. Murió a consecuencia del cáncer, dejando una cuantiosa producción a lo largo de más de 30 años de carrera.
http://ciakraeppellin.wordpress.com/kraeppellin/
http://blog.causticamagazine.com/?p=1558
http://www.informador.com.mx/…/92…/6/juan-kraeppellin-ii.htm
http://www.informador.com.mx/…/9…/6/visiones-de-atemajac.htm
http://destierrocorporal.blogspot.mx/2009_02_01_archive.html
http://www.gaceta.udg.mx/Hemerote…/paginas/456/456_O2-12.pdf
http://www.museocjv.com/kraeppellinarticulomural.htm