(Chacaltianguis, Veracruz 13 de noviembre de 1920-Santiago de Querétaro 6 de noviembre de 2013)
Fue una de las grandes figuras del ballet mexicano. Bailarina, coreógrafa y directora de ballet. En el medio dancístico era llamada cariñosamente «La Bruja».
Estudió danza con Nellie y Gloria Campobello, también con Waldeen von Falkenstein. Además estudió danza folklórica en la Escuela Nacional de Danza. También siguió cursos de música en el Conservatorio Nacional de Música. En 1938 atendió cursos impartidos por Estrella Morales, y enseñó la coreografía que había aprendido de forma autodidacta desde 1940 hasta 1945, mientras bailaba como bailarina del Ballet de Bellas Artes, en la Ciudad de México.
Fue invitada por el maestro Carlos Chávez, a la sazón director del Instituto Nacional de Bellas Artes. Fue codirectora y fundadora, junto con Ana Mérida, de la Academia de la Danza Mexicana de 1947 a 1948.
Estableció, junto con Josefina Lavalle, la compañía de ballet nacional en la Ciudad de México en 1948, que ha sido localizada en Querétaro desde 1991, donde estableció también el Centro Nacional de la Danza Contemporánea.
Se le otorgó el Premio Nacional Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes en 1979. Es considerada figura principal de la danza moderna mexicana. Guillermina, fue nacionalista en la época del Presidente Lázaro Cárdenas cuando el nacionalismo re descubrió al indígena; época cuando la moralina mexicana no quería ver ese tipo de danza. También fue una persona apasionadamente de izquierda, progresista, lúcida como pocas, valiente y solidaria hasta su muerte. Supo trascender al nacionalismo en la danza y llevarla a nuevos lenguajes.
Guillermina Bravo, fue durante años pareja de la actriz Rosenda Montero, ambas vivieron en una casa de la calle Rio Amazonas, y luego en Río Nazas en la Colonia Cuauhtemoc, juntas viajaron a Europa y Africa y juntas desarrollaron proyectos, tales como «La ópera de a 3 centavos» de Bertol Brecht, donde la productora era Rosenda y la coreógrafa era Guillermina. «La vida es sueño» de Pedro Calderón de la Barca fue otro proyecto en el que participaron juntas. Como coreógrafa, desarrolló 57 obras, con temas sociales, algunas creadas a partir de mitos indígenas, o sobre el amor y la muerte.
Sus cenizas reposan en la Catedral Metropolitana, depositada en La Cripta de la Capilla de las Reliquias, en una pequeña ceremonia a la que asistieron familiares de la bailarina, la bailarina y coreógrafa Rossana Filomarino, la actriz Rosenda Montero y el director de Instrumenta Oaxaca, Ignacio Toscano.
Agradezco a Gonzalo Valdés Medellín, el apoyo para este Obituario.