De la Wikipedia, mientras sé que Alonso Hernández nos editará una entrada más completa, que la rescate como icono del orgullo lésbico aunado a la estatura gigantesca de esta mexicana cuya vida vino regalada de Costa Rica y para el mundo:
«Aunque Chavela es asociada a México y a su cultura, en realidad nació en Costa Rica: en San Joaquín de Flores, hija de Francisco Vargas y Herminia Lizano, y fue bautizada en la Parroquia de Guadalupe dos meses después, el 15 de julio de 1919 con el nombre María Isabel Anita Carmen de Jesús. En México, país del que obtuvo la nacionalidad, residió por más de siete décadas.
Chavela destacó en el género de la canción ranchera no solamente por su personalidad y talento, sino también porque fue una pionera. La ranchera es un género musical muy masculino y sensual, cantado generalmente por hombres. Chavela solía cantar canciones normalmente interpretadas por hombres sobre su deseo por las mujeres. Vestía como un hombre, fumaba tabaco, bebía mucho, llevaba pistola y era reconocida por su característico gabán rojo. En una entrevista para la televisión colombiana en el año 2000, expresó abiertamente que es lesbiana.
Chavela Vargas se trasladó a México cuando tenía 17 años y posteriormente adoptó la nacionalidad mexicana. Durante muchos años cantó en las calles hasta que a los treinta se hizo cantante profesional, de la mano de José Alfredo Jiménez, cantante y compositor de sus mayores éxitos.
Su primer álbum fue publicado en 1961 y desde entonces ha grabado más de ochenta discos. Se retiró a finales de los años setenta y regresó en 1991.
Chavela debe parte de su fama a su aparición en varias películas de éxito, bien mediante canciones suyas incluidas en ellas o incluso interpretándolas en persona. El director español Pedro Almodóvar fue uno de sus primeros difusores y contribuyó a su arraigo popular en España. Chavela apareció después en la película de Julie Taymor, Frida, cantando sus clásicos «La llorona» y «Paloma negra», y también apareció en Babel, la multipremiada película de Alejandro González Iñárritu, cantando «Tú me acostumbraste», bolero de Frank Domínguez.
En 2004, a la edad de 85 años, presentó el disco En Carnegie Hall.
Sus últimos años los vivió en Tepoztlán, en el Estado de Morelos, a las faldas del Cerro del Tepozteco con quien ella decía platicar todas las mañanas.
Durante 2009, con motivo de su 90 aniversario, el Gobierno de la Ciudad de México le rindió un homenaje nombrándola ciudadana distinguida. A este evento concurrieron, de manera presencial y a través de video, múltiples personalidades del ámbito artístico, cultural y periodístico de Iberoamérica, entre los que se cuentan la cantautora Julieta Venegas, la intérprete Eugenia León, el escritor Carlos Monsiváis, la periodista Carmen Aristegui y sus amigos Joaquín Sabina y Pedro Almodóvar.
Aparece inmortalizada en la canción «Por el bulevar de los sueños rotos» de Joaquín Sabina y Álvaro Urquijo.
En abril de 2012, con 93 años de edad, lanzó su disco-libro Luna grande, donde revivió, a modo de homenaje, relevantes poemas del escritor español Federico García Lorca y repasa algunos de sus mayores éxitos.
El 12 de julio de 2012, Chavela Vargas fue hospitalizada en Madrid (España) por un cuadro de fatiga, mientras promocionaba en esa ciudad su último disco, Luna grande.5
El 30 de julio de 2012 fue internada en el hospital Inovamed de la ciudad mexicana de Cuernavaca, con problemas crónicos en corazón, pulmones y riñones.
El 5 de agosto de 2012, se dio a conocer su fallecimiento a través de su Twitter oficial»