Miguel Ángel Capistrán Lagunes

(Córdoba, Veracruz 8 de mayo de 1939 – México D.F. 25 de septiembre del 2012)

Miguel, fue uno de los últimos “memoriosos” de la cultura literaria del México posrevolucionario. Heredero directo de escritores e intelectuales de la talla de Salvador Novo, Jaime Torres Bodet y José Gorostiza, Capistrán será recordado como el quien rescató, ordenó y editó la obra lite

raria y plástica de los que formaban aquel “archipiélago de soledades” cuyo eje principal era la revista “Los Contemporáneos”.Debido a su precoz inscripción al mundo de las letras, durante ocho años en que fue su asistente, Capistrán gozó de una productiva amistad con uno de los más prominentes miembros de esta agrupación, Salvador Novo, quien proclamó al joven Miguel su apto heredero como cronista de la ciudad de México y a quien le confió detalles íntimos de su vida personal y la de sus amigos escritores, artistas, actores, e intelectuales. Al alimón con el “Maestro Novo”, como Miguel lo recordaba con afecto, publicaron el libro “La vida en la ciudad de México en 1824” (1974).

Durante su larga carrera de investigador y escritor, Capistrán publicó varios libros monográficos, entre ellos se destacan: Crítica cinematográfica de Xavier Villaurrutia (1970); Los contemporáneos por sí mismos (1994) y Borges en México (1999, 2012).. De Villaurrutia reunió sus “Obras: poesía, teatro, prosas varias, críticas” (con Alí Chumacero y Luis Mario Schneider, 1966); editó varias ediciones de las “Obras” de Jorge Cuesta (con Luis Mario Schneider, 1994); la “Poesía y prosa de José Gorostiza” (con Martha Gorostiza y Jaime Labastida, 2007) y en los últimos años, “El edén subvertido: poemas de la revolución mexicana” (con Pável Granados, 2010) y “México se escribe con J. Una historia de la cultura gay” (con Michael K. Schuessler, 2010).

Entre sus varios premios, fue nombrado “Ciudadano Distinguido” por el H. Ayuntamiento Constitucional de Córdoba en 1997; Veracruzano distinguido por su trayectoria en investigación por el Centro Cultural y Social Veracruzano de la Ciudad de México en 2000; Premio «Jorge Cuesta» por el H. Ayuntamiento Constitucional de Córdoba, la Universidad Veracruzana y el Instituto Veracruzano de la Cultura en 2003.

En el momento de su lamentable deceso, Capistrán terminaba su discurso para ingresar como Miembro de Número de la Academia Mexicana de la Lengua. Afortunadamente, el texto será transcrito y publicado en las memorias de dicha institución a finales de este año.

Con su muerte, hemos perdido un eslabón fundamental que unía el mundo mexicano de las letras del siglo pasado a este. No obstante, su dedicación, conocimiento y talento serán resguardados para siempre por medio de sus libros, artículos, notas y otras publicaciones, que aún deben ser recopilados y editados: el mejor tributo a un hombre que rescató de archivos polvosos la obra inédita de tantos escritores mexicanos de renombre.

Texto y fotografía de Michael K. Schuessler

Luis Fabian Espinoza Yáñez

Hijo menor del matrimonio fromado por José Luis Espinoza Romero y Norma Yàñez Razón, creció en el populoso barrio de Prensa Nacional, en Vallejo. Fabián vivió una infancia feliz a lado de sus padres, hasta el divorcio de ellos, era un apasionado lector de libros sobre animales, que prefería a los consabidos partidos de fútbol.

Desde muy pequeño tenía el don del canto. Al crecer se convirtió en un chico inteligente, introvertido y sensible, su apodo familiar era «Pibis». De adolescente sufrió de bullying debido al sobrepeso, durante este período Shamel, su amiga con la que creció y a la que acudió una vez que salió del closet imtempestivamente, para desconcierto de su madre.

Fue Cabare-Tito su primer antro, al que acudió a sus famosas tardeadas junto a su inseparable Shamel, la sensación de libertad y alegría los envolvió y pronto Fabián hizo amistad con Miguel Angel, Manuel, Daniel y Aldo, después de seis meses de haber salido, regresó ya con una madre más tranquila con respecto a la sexualidad de su hijo y se dio la oportunidad de conocer a sus amigos.

El sábado 7 de diciembre del 2001 salió con sus amigos a divertirse a Zona Rosa, primero a El Celo y terminaron en el Cabare-Tito lugar al que dejaron a Fabián con un ligue. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente en la habitación 46 del Hotel Roma, había firmado el registro del hotel con un nombre falso, Jaime Estrada G, asentando que venia del Estado de México y era médico. El cuerpo presentaba golpes, quemaduras e indicios de que habia sido extrangulado.

Fotografìa de Norma Yáñez Razón
Información: Fernando del Collado