De prominente familia de empresarios, asociados a la familia Bush. Daniel Escalante junto con su pareja Andreas Zeivy Rosenberg fueron parroquianos primero de La Cantina de El Vaquero, para luego asociarse con Luis González de Alba y crear en conjunto el concepto de El Taller. En un principio Daniel no se sintió atraído al sótano de Florencia 37, pues tenía en mente otro tipo de espacio, con jardín, pero Andreas le hizo ver que el lugar tenía mucho potencial como disco bar gay.
Así fue que aprovechando que el negocio de barcos que tenía su familia tenía un des huesadero, Daniel fue quien llevó el ancla, las hélices, tuercas, tornillos, engranajes y mucho del decorado y concepto de este emblemático lugar y espacio identitario.
A Daniel, se le debe también la música que se tocó en El Taller, pues él conocía “al mejor d.j. del mundo”, que estaba en un bar de Florida, y él nos enviaría cintas grabadas, ya lo había contratado. Entre los tres compraron buenos toca cintas, pero los casetes nunca llegaron. Entonces mandamos construir a toda prisa una cabina. Llegó el d.j. que haría famoso al Taller por lo novedoso de su música, Carlos Mendoza, Charly, y El Taller estuvo completo. Menudito, de bigotes tipo Sam, era bastate agraciado y amable.
Daniel fue una de las víctimas de la pandemia del VIH.